Dicen que la mejor forma de conocer una ciudad es perdiéndose en ella, dejando el mapa olvidado en el bolsillo (recordemos que a veces es el único que nos puede sacar de cualquier atolladero) e internándose en las callejuelas del lugar que hemos ido a conocer. Pues bien, nosotros somos de la misma opinión, creemos que para conocer algo bien, tenemos que bucear en su esencia, buscar su significado y dejarnos fascinar todo lo que podamos. Viajamos sin más guía que la curiosidad, y a nuestra brújula se le ha escapado el norte, así que no nos queda otra que irnos a la aventura.
¿Y cuáles esa aventura? ¿Hablar de literatura? ¿Escribir sobre el castellano? ¿Un poco de esto y otro de aquello? Así que como las ciudades son algo más que sus monumentos, sus carreteras, sus plazas de España y Mayores, sus bares de barrio y sus gentes, a la literatura española le pasa algo parecido. De la mano de esta (casi) ya graduada en Hispánicas, quiero enseñaros el mundo literario como yo lo veo, como lo voy descubriendo poco a poco. Desde los títulos más clásicos como Cien años de soledad o La regenta, hasta algunos más actuales y algo más desapercibidos como Agosto, octubre o Luces de septiembre. Desde escritores hispanohablantes como Roger Wolfe y Elvira Lindo hasta otros que, gracias al buen trabajo de los traductores, nos hacen llegar historias como El lugar de las alas o La mecánica del corazón.
La idea es no dejar de leer, y descubrir que hay algo más allá del best-seller y de lo que todo el mundo habla. Que, muchas veces, nuestros libros favoritos son aquellos de los que nadie ha oído hablar.